

La auténtica razón por la que he tardado tanto en volver a publicar caricaturas. No me quedaban muchas ganas después de tener que sacrificar a mi perrita, que tenía cáncer...pero de alguna manera tenía que homenajerla. Al día siguiente, Francisco Ibáñez firmaba ejemplares de sus tebeos, y le llevé uno que quise se lo dedicara a Loli. A cambio, le entregué una caricatura de él mismo, que hoy tiene en su poder. Al tío le encantó.
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